miércoles, octubre 26, 2005

La rosa que sacó sus espinas


50 años atrás, era parte de un mundo "civilizado" la creencia que existían razas superiores e inferiores (bueno hasta el día de hoy algunos aún lo sostienen, pese a algunas contradicciones de ciertas teorías darwinistas), que la existencia de tales diferencias, nos reconocían en nuestros derechos, nuestra forma de ver el mundo, nuestra forma de vida, incluso la forma directa tal como el estrato social dependía de cierta "calidad genética" para ser incluídos o excluídos.
La exclusión o segregación, es algo que aún pesa sobre nosotros, un fantasma recurrente que no distingue de fronteras ni géneros... paradójicamente, lo que distingue, lo que separa, es capaz de atravezar fronteras y anquilosarse silenciosamente en nuestra sociedad...
50 años atrás, una mujer, sentada en un bus no quiso ponerse de pie... Silenciosamente...
Alguien dirá, y cual es el problema?, si estamos en occidente?...
Esa mujer era "negra", cansada por las horas de trabajo, esa tarde, en alguna calle de Alabama, en un bus anónimo, no quiso ceder el asiento que por ley debía exigir el "blanco".
Imagino, al márgen de las crónicas, su rebeldía serena.
La imagino mirando fijamente el asiento delantero, el estómago hirviendo, quizás la sensación de un miedo feróz... Ese miedo que asesinaba a sus hermanos desde siglos.
La imagino, pequeña, delgada, frágil, pero tan fuerte ante ese hombre que ladraba.
Puedo remitirme a tantas historias en las que la fragilidad derrota lo que todos dan por invencible... Tenemos tantas lecciones y aún no somos capaces de aprender!.
Esa mujer, con la fortaleza de la convicción consiguió levantar a cientos, miles, y hacernos creer en realidad que las diferencias no existen, lo demostró!.
Lo que me llama la atención, mientras escribo, muchas imágenes pasan mi mente ahora, y porque no? tantas contradicciones históricas!...
Contradicciones y convicciones, más le temo a las convicciones, que por fé se dan por hecho...
La conviccion 50 años atrás, que un blanco era superior a un negro, que el indio, negro, latino era ladrón, tonto y sucio. Y era una creencia, incluso pudo considerarse un valor moral que tratásemos a otras "razas" como a niños... Niños que debían ceder el asiento, niños que debían tener sus propios lugares, niños que no podían convivir en una misma calle...
Convicciones que veo cada día, aquí, en mi país... La convicción que nuestros vecinos son "menores", peruanos, bolivianos, sólo vienen a molestar... A sacar el trabajo que nosotros merecemos... Cuántas veces por día les exigimos nuestro asiento?, cuántas veces por día los miramos desde el otro lado de la calle?, cuántas veces por día les tenemos miedo?...
Y pienso, cuántos tienen esa convicción conmigo por el hecho que soy latina? mestiza y quiltro?.
Vivimos en un país lleno de convicciones, asumámoslo!.
La convicción que olvidamos nuestros muertos, la convicción que importa más un brillo social que el propio corazón humano, la convicción que estamos en "desarrollo", la convicción que nuestra estable economía va a aliviar toda nuestra sed infantil y desnutrida por años de aislamiento político. La convicción que podemos endeudarnos hasta la muerte para tener todos los sueños en venta tras una vitrina de un mall...
Hay convicciones y convicciones, también asumámoslo!.
Cuándo vamos a tener la convicción de nuestro país mestizo?, cuándo vamos a tener la convicción que no importa el lugar donde vives, ni el apellido, porque uno es capaz por lo que realiza?. cuándo vamos a tener la convicción que debo escuchar a quien está a mi lado para que exista en verdad unidad?, cuándo vamos a tener la convicción, esa sencilla y silenciosa convicción que nos permita no ceder el asiento!. No ceder el asiento a la indolencia, a la indiferencia, a la vanalidad en que nos transformamos tan rápidamente en cultura de medios?...
Respiro... porque las cientos de imágenes no se detienen...
Iba a escribir sobre Gandhi, Mandela, M.Luther King.... Porque desde su silencio, o desde su canto pudieron cambiar nuestra historia, nuestra real genética, que es la genética colectiva de la cultura.
Pero me quedé en la imagen de una pequeña mujer desafiante, hay tema para rato.. Sí...
No olvidemos tampoco, que es mujer, otro género que aún lucha por sus reivindicaciones, (me hartan todos los chistes que tienen que ver con género, raza y creencias, porque la ironía es parte de la creencia de una persona, esto al margen...)

Convicciones, fortaleza, lucha por los derechos civiles, lucha por el reconocimiento cultural de lo que nos corresponde como humanos, nuestra tierra, nuestro mundo!.

Que hubiera sucedido si todo ese silencio, no hubiera sido pronunciado?... Puedo imaginarlo, aún puedo verlo por las calles de Merced y Moneda...

Cuándo tendré la convicción, también en mí de no ceder el asiento?.
Sin temer el castigo...

Sin duda, ya ha comenzado...
Comenzó cuando vi la verdad en 1983. Comenzó cuando vi caer el maquillaje de un señor recurrente por televisión...

Se desata cuando siento que invaden la soberanía íntima de persona... Y la soberanía tiene que ver con mis creencias... Pero por años el miedo pudo más y cedía el asiento...

Basta!... Quiero comenzar a ser voz silenciosa y nunca más ceder mi asiento!.

http://www.pbs.org/race/000_General/000_00-Home.htm