domingo, octubre 30, 2005

La inevitable ingravidez


Pasa otro día, otra noche de mirar la luz que entra por un silencioso rectángulo.
Lo incómodo, lo sútil, son palabras que no logran traducir de forma cierta esta inevitable sensación. El humo de un cigarrillo describiría mejor en imagen lo que quiero decir.
Tiempo...
Inestabilidad, como material químico, compuesto de milllones de redes invisibles. Mi cuerpo se forma.
Cómo se forma mi espíritu entonces?.
Son millones de redes invisible también?

Si tuviera conciencia de estas millones de redes que conforman mi espacio, tal vez no sentiría esta sensación de ingravidez...
De ser como una espora flotante, sin raices, sin lugar... Será buena de todas maneras esta sensación que se acerca al absurdo?